martes, 5 de mayo de 2009

CREATIVIDAD Y VOLUNTAD

Ser creativo significa, literalmente, hacer algo que antes no existía y creatividad es la facultad para crearlo.
Pero luego le asignamos cierto valor al resultado, para que lo nuevo deba tener valor, que sea útil y le de un factor diferencial en mi quehacer, en este punto es donde podemos entonces empezar a hablar de creatividad.
Pero un producto creativo no debe ser ni obvio, ni fácil, pues debe tener algún rasgo singular o diferente.
Hay quienes aseguran que la creatividad es misteriosa pues introduce ideas nuevas que no sabemos con exactitud de donde han salido, pero no compartimos ese concepto, pues no hay nada de misterioso en la creatividad. ¿Qué es? ¿Cómo funciona? ¿Para que sirve?, es el gran paso para que podamos entender la naturaleza misma de la creatividad.
Muchos hablan de la creatividad, pero pocos la ponen en práctica. No existen realmente las empresas creativas, sino que más bien dentro de ellas hay algunas personas que son creativas. Los seres creativos cambian la humanidad, y el hombre no nació para ser transformado, sino que nació para transformar.
Pero la tan ansiada creatividad no aparece así porque sí, se nutre de sueños, objetivos, trabajo, de mucha concentración, de pruebas y errores, de muchos intentos y porque no también de frustraciones, pero siempre mucho trabajo y sobre todo motivación.
Alguien dijo; “La creatividad es la inteligencia de los sentidos”
Ahora bien, un tecnológico debe ser siempre creativo, en nuestra profesión todos los días encontramos esa puerta abierta para la creatividad, pero la creatividad debe tener un sustento muy importante, y ese es la voluntad.
Y la voluntad no es ni más ni menos que la capacidad de hacer cosas de manera intencionada, por encima de cualquier dificultad, contratiempo y estado de ánimo.
La voluntad opera en dos sentidos; de manera espontánea cuando existe una motivación y estamos convencidos de realizar algo; y de forma consciente cuando debemos esforzarnos a realizar las cosas. Todo esto representa la forma más pura y genuina del ejercicio de la voluntad, porque se llega entonces a la decisión de actuar teniendo en cuenta los inconvenientes.
Pero cuando retrasamos el inicio de una labor, se nota ciertamente una falta de voluntad, y ahí es donde debemos vencer a la pereza y la comodidad.
La creatividad necesita imperiosamente de la voluntad, y en nuestras tareas tecnológicas son dos cosas que no deben faltar, dos condimentos esenciales para transformar los procedimientos, para llevar adelante los proyectos que se presenten.
Creatividad y voluntad, dos compañeras importantes en las tareas tecnológicas.

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