Al disponerse de una mayor información y con la proliferación de bases de datos comerciales en todo el mundo, se ha despertado un importante interés en lo que se refiere a IC (Inteligencia Competitiva). Debido a la necesidad existente de conocer una industria, un mercado, un producto o un competidor, la información global fiable es fundamental para alcanzar los objetivos dentro de una institución o corporación.
Con los recursos de información existentes hoy en día, y un buen programa de Inteligencia Competitiva que refleje las necesidades de la institución, entonces las sorpresas se pueden minimizar.
La Inteligencia Competitiva no es más que la selección, colección, interpretación y distribución de la información pública de importancia estratégica. Pero también la IC es una forma de pensar y de actuar.
Ya se trabaje para una corporación o para una institución pública, la caza de información es interesante y apasionante en verdad, igualmente que cumplir un buen servicio al usuario.
Algunas de las metas comunes de la Inteligencia Competitiva son por ejemplo; detectar amenazas comunes, eliminar o disminuir sorpresas, mejorar la ventaja competitiva disminuyendo el tiempo de reacción y encontrar nuevas oportunidades.
La Inteligencia Competitiva bien puede ser aplicada en la Administración Tecnológica y resulta interesante su aplicación, sobre todo en estos tiempos en los cuales se maneja tanta información, pues esa información se debe interpretar y analizar, luego de recolectada, como así también saber donde está la información y a quién solicitársela, pues muchas veces se falla en ese sentido por no procurar la información en el lugar debido.
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