lunes, 16 de noviembre de 2009

La Novedad Radical

Es muy común ver en nuestra profesión de informáticos, colegas que pareciera tienen miedo al cambio, como que el evolucionar es un misterio que asusta y que nos llevara a adentrarnos en un gran pozo negro.

Tampoco somos participes del cambio porque sí, sino más bien del cambio analizándolo y observando las buenas posibilidades de mejorar nuestro trabajo.

Pero también vemos que muchas veces no es miedo, sino que es el no arriesgar, el conformarse con lo que se tiene y no introducirse en una investigación tecnológica.

En el interesante mundo de la informática no existe una métrica que sea myy significativa en la cual los pequeños cambios y pequeños efectos van de la mano, y nunca los habrá, y ese es el condimento que nos hace arriesgar en busca de mejores opciones.

Cuando se da la Novedad Radical, ese cambio que nos hace dar un salto que debe ser siempre cualitativo, no hay que tener temor a lo que viene, debemos siempre pensar en evolucionar, en llegar a más. En lo que se denomina sociedades primitivas, existía la superstición de que conocer el verdadero nombre de alguien otorgaba un poder mágico sobre él. Pero tampoco somos menos primitivos en persistir en contestar el teléfono con el poco útil "hola" en vez de nuestro nombre.

Las novedades computacionales son de hecho radicales.

Todos sabemos que la tecnología avanza sorprendiéndonos a cada instante, las novedades radicales se dan día a día y no debemos intimidarnos ante los cambios, sino que más bien introducirnos en ellos. Acompañar en lo posible las novedades y acercarnos a la novedad radical que se presenta con la mente en blanco rechazando conscientemente el intento de vincularla con algo familiar.

No olvidemos que la tecnología representa en sí misma una novedad radical.

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