miércoles, 2 de diciembre de 2009

Entre Nubes Públicas y Nubes Privadas

Hoy día se está haciendo común en varias partes del planeta la utilización del Cloud Computing (Computación en las Nubes), del cual ya hemos hablado en un capítulo anterior, pero actualmente se da la disyuntiva de la Nube Pública o de la Nube Privada.

En los dos casos lo que principalmente se busca es la seguridad. Según hemos leído en publicaciones brasileras, las instituciones bancarias no podrán adherirse a las Nubes Públicas como ellas son en su esencia, públicas y accesibles vía internet. Y que estas organizaciones muy grandes y con mucha necesidad de seguridad deberán investir en el concepto de Nube Privada.

Nube Pública sabemos que es por ejemplo los servicios que prestan grandes proveedores como Amazon o Google, cuyos equipos, infraestructuras o aplicaciones son compartidos por millares de clientes en todo el mundo por intermedio de internet.

Ahora bien, el concepto de Nube Privada se refiere a un ambiente protegido(firewall) de la empresa y tiene acceso restricto, generalmente para sus funcionarios y compañeros de negocios.

Cezar Taurion, Gerente de nuevas tecnologías aplicadas de IBM del Brasil, dice en su libro "Computaçao em Nuvem: Transformando o Mundo da Tecnologia da Informaçao", "De manera general la nube privada es usada cuando existe la necesidad de niveles más rigurosos de seguridad y privacidad, o de garantía de disponibilidad de la aplicación, sin los inevitables atrasos de acceso vía internet".

El concepto de Cloud Computing envuelve algunos criterios, válidos tanto para la nube pública como para la nube privada. El Instituto Gartner definió cinco atributos que considera esenciales para caracterizar ese concepto:

  • Ofertas de recursos (infraestructura y aplicaciones) como servicios
  • Elasticidad y escala adecuada a la demanda del cliente
  • Compartir los recursos entre un gran número de usuarios
  • Medición y pago de acuerdo con el uso del servicio
  • Utilización de protocolos y tecnologías de internet para acceso a los recursos en la nube, tanto pública o privada.
Muchos de esos atributos ya están contemplados en otros conceptos, tecnologías y modalidad de la comercialización de los servicios de tecnología de la información, como por ejemplo de la virtualización de servidores, que consiste en la creación de máquinas virtuales, generalmente por medio de software, equipos que pasan a compartir su capacidad reduciendo el consumo de energía, contribuyendo a la Tecnología de la Información Verde. También se podría agregar la oferta de aplicaciones como servicio, SAAS (Software as a Service), cambiando la inversión de licencias de un programa, por el pago de una tarifa que varía conforme al uso.

En relación a la Nube Pública, todavía es vista con cautela y hasta un poco de desconfianza, aunque en diversas empresas la tendencia es la adopción gradual, con uso de algunos componentes de ese concepto, por ejemplo en lugar de comprar un nuevo servidor, la empresa puede considerar la posibilidad de la virtualización.

Marco Américo, Vice-Presidente Ejecutivo del Data Center DIVEO, la cual posee cerca de 60 mil usuarios finales de Cloud Computing, afirma que toda oferta llamada de Nube Privada debería tener otro nombre, pues si no está conectado a internet, no es nube, la estructura precisa contar con la integración de diversos servicios por medio de la web.

Pues bien, al embarcarse en un proyecto de computación en la nube puede exigir pesquisa y preparación extensiva para tal efecto, pero el resultado llega a ser significativo si todo es hecho correctamente. Para alcanzar las reducciones de costo, la complejidad de las aplicaciones y los plazos prometidos, las organizaciones precisan asegurar la elección correcta de cuales proyectos serán enviados para la nube.

Es hora también de que las instituciones públicas den una miradita hacia la computación en las nubes, reduciendo costos excesivos en la compra de equipos y servicios.

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