Sin duda alguna la Tecnología Verde y la Seguridad Vial no son algo que vayan por caminos diferentes, cada vez más los vehículos, las ciudades y las carreteras se están llenando de novedosos sistemas que no tienen más que el objetivo de la seguridad.
Los grandes fabricantes se están empeñando en que sus automóviles sean cada vez seguros y respetuosos del medioambiente.
De a poco las carreteras y los vehículos se están volviendo más inteligentes, muchos proyectos se están implementando en el primer mundo sobre este tema. Aunque también en nuestra región se ven intenciones y realizaciones de efectivos proyectos en materia de seguridad vial utilizando tecnología verde. En Curitiba (Brasil) acaban de instalar un bus impulsado a base de soja, y que además de poder transportar 53.000 personas por día que hará reducir la presencia de autobuses en las calles y al mismo tiempo bajar un 50% las emisiones de dióxido de carbono gracias al consumo de biocombustibles, cuenta con un sensor que emite una señal para que el semáforo ponga la luz verde rápidamente al llegar a un cruce, reduciendo el tiempo de espera y aumentando la seguridad.
Ya existen los sistemas informáticos que realizan el seguimiento constante de la evolución del tráfico junto con la evolución de los parámetros meteorológicos, informando al público en tiempo real, ayudando en la disminución del consumo de combustible y de la contaminación ambiental, el aumento de la seguridad de automovilistas y peatones, confort de viajeros, etc.
En otro punto, podemos referirnos al asfalto, punto fundamental para garantizar la seguridad vial de los conductores. Es también importante para contribuir con el medioambiente la utilización de asfalto reciclado en las carreteras, obteniendo el material de las propias carreteras que se van a rehabilitar. Utilizando asfalto reciclado no se generan residuos que tengan que ser trasladados a vertederos y que luego sean nocivos al medioambiente.
Otro tema interesante a resaltar entre la Tecnología y el medio ambiente, es la velocidad, el aumento de las velocidades máximas de circulación incrementa el volumen de emisión contaminante de los vehículos. Otra consecuencia que va contra la calidad de vida cuando nos referimos a las altas velocidades, es el ruido. El ruido de rozamiento rueda carretera, ruido del motor y ruido aerodinámico. Según estudios realizados cuando la velocidad va entre 100 y 130 km/h se producen incrementos importantes del ruido de la circulación de los vehículos, en especial el ruido de tipo aerodinámico.
Cuando se diseñan las carreteras, para reducir el daño ambiental de la construcción, una medida sumamente básica es limitar la velocidad con la que se diseñan, pues las exigencias técnicas en cuanto a radios de curvas, pendientes máximas y anchuras de las vías, se incrementan con la velocidad de diseño, significando mayor destrucción del patrimonio natural.
Cuando las velocidades de los vehículos se bajan de 120 km/h a 90 km/h se supone que se ahorra un consumo de gasolina del 25%. Entre los 80 y los 90 km/h se encuentra el máximo de la eficiencia energética de los automóviles. Sin embargo cuando se superan estas velocidades los automóviles consumen crecientes cantidades de combustible.
Toda política que busque detener el gasto energético en el sector transporte, debe pasar por reducir y controlar las velocidades de todos los vehículos, y así como en los automóviles, existen velocidades eficientes energéticamente en camiones, autobuses, trenes, barcos y aviones.
Como vemos la Tecnología Verde camina también muy cerca de la Seguridad Vial y sobre todo cooperando con ella.
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