Sin lugar a dudas el desarrollo sustentable debe ser un desafío de toda la sociedad y se debe constituir en uno de los objetivos principales de la política gubernamental. Haciendo énfasis en la calidad de vida de los habitantes de una nación, haciendo que esta tenga un mejoramiento equitativo, pero sin comprometer las expectativas de las generaciones futuras.
Hay quienes representan al desarrollo sustentable como un triángulo, en donde, en cada uno de sus vértices esta el crecimiento económico, la equidad y la calidad del medio ambiente. Para alcanzar esto se debe armonizar las políticas económicas, las políticas sociales y las políticas ambientales.
Una Política Social Sustentable debe tener como objetivo primordial la calidad de vida de todos los ciudadanos y de las generaciones futuras.
Todos los sectores deben estar incluidos, pues es una responsabilidad individual y colectiva, y que contribuya en forma eficaz al mejoramiento de la capacidad de gestión del país.
Cuando un país se plantea firmemente el desarrollo económico y social, desde ese momento los esfuerzos se deben doblegar para acompañar a ese crecimiento con un verdadero compromiso de renovación y preservación de los recursos naturales, como así también la calidad del aire, del agua y de los suelos.
Hay que preocuparse sumamente en que no exista un pasivo ambiental, que bien puede ser la contaminación hídrica, el inadecuado manejo del crecimiento urbano, y aquí podemos agregar el cuidado de las áreas verdes, la contaminación del transporte; el inadecuado manejo y disposición de los residuos tóxicos, domésticos e industriales; el cuidado de la erosión y degradación del suelo; la sobreexplotación de los bosques; por citar algunos ejemplos.
Lógicamente todo esto se logra no solo con la voluntad de los sectores participantes, sino que también con una legislación acorde que defina, acompañe y permita realizar una Política Social Sustentable.
Otro punto importante es acompañar los logros económicos con los logros medioambientales, no existe una contradicción entre la economía y medio ambiente, al contrario, en conjunto se debe buscar el bienestar de los ciudadanos, se crece entonces económicamente pero siempre teniendo una sustentabilidad ambiental.
Al implementar una Política Social Sustentable se busca también la equidad social, sobre todo en erradicar la pobreza. Cuando hablamos de equidad social nos referimos directamente a la igualdad de oportunidades por parte de los ciudadanos, que puedan participar de los beneficios del desarrollo económico, pero alcancen también una calidad de vida digna. Hay quienes pregonan que deben conjugarse las políticas ambientales con las políticas sociales de una nación, y es verdad, por eso nosotros lo resumimos en una Política Social Sustentable.
El Estado que es por naturaleza el protector efectivo del bien común y de los derechos individuales, es a través de una Política Social Sustentable que transforma los servicios públicos más eficientes, y fortalece la capacidad de fomento, regulación y fiscalización. Por su parte el sector privado es quién dinamiza la producción con nuevas tecnologías que contemplen prácticas ambientales, o sea, con Tecnología Verde.
Cuando decimos que esta política debe ser una tarea de todos, nos referimos a todos los sectores sin dejar afuera a ninguno, pues es una política que alcanza a todos los ciudadanos por igual. Se debe preservar el derecho de las generaciones futuras del uso del medio ambiente, realizando ahora un compromiso firme con la protección de la diversidad de los recursos. Ya no solo debemos pensar en nosotros, en esta generación, sino que también en aquellas que vendrán, apareciendo un nuevo concepto que es el de equidad intergeneracional.
Se debe entonces recuperar y mejorar la calidad ambiental, prevenir por sobre todas las cosas el deterioro ambiental y crear la conciencia de protección del patrimonio ambiental y un uso sustentable de los recursos naturales.
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