Los alimentos orgánicos son los se
producen con el objetivo de obtener productos absolutamente naturales para el
consumo humano; y al hablar de natural nos referimos a que están libres de todo
tipo de químicos, fertilizantes, plaguicidas o cualquier otro elemento
utilizado en la agricultura o ganadería tradicional.
Como una consecuencia muy favorable
para el medioambiente, estos procesos no dañan los suelos ni los contaminan,
pues, están libres de agroquímicos y también debe considerarse que en la
mayoría de los casos, son cultivados o criados en forma artesanal, con mano de
obra intensiva.
Tipos de comida orgánica:
1 Frutas y
verduras
2 Carnes de
vaca, pollo y pescados en estanque:
3 Alimentos
procesados o manufacturados como: Lácteos, helados, chocolates, panes y todo
tipo de comida preparada con ingredientes que no contienen insumos sintéticos,
ni colorantes o conservantes químicos.
En la UE (Unión Europea) las denominaciones de ORGÁNICO, ECOLÓGICO O BIOLÓGICO, son sinónimos y están protegidos en todos los idiomas por reglamentaciones propias de la UE en materia de alimentación humana (Reglamento 834/2007) y 889/2008.
Según estudios realizados por
científicos, la ventaja del consumo de estos alimentos no radica de manera
importante en sus aspectos nutricionales (que aparentemente son similares a la
comida convencional) sino en los métodos de producción de los mismos, que
resultan más sostenibles y menos agresivos para los suelos y por ende, para el
ecosistema en general, incluso promueve la rotación de cultivos para mantener o
devolver los nutrientes a la tierra utilizada.
Otra ventaja importante es que
fomenta el fortalecimiento de la actividad de los emprendedores artesanales y
fortalece la competitividad debido al aumento de su producción puramente
sustentable y con valor agregado para los consumidores. Esto se traduce en
mejores ingresos para las familias de los microempresarios o pequeños
productores, posibilitando un mejoramiento en su nivel de ingresos y estándar
de vida en general.
En la última década, el crecimiento
en volumen, de la venta de alimentos orgánicos o ecológicos, ha sido
sorprendente; en especial en los países desarrollados donde se van creando
cadenas de tiendas orgánicas que marcan tendencias en el consumo.
Sin embargo, también es más frecuente
ver en Paraguay, en algunos supermercados o ferias, que se acrecienta en número
la variedad de verduras orgánicas y lentamente, también el de los alimentos
procesados.
Nuestro país ofrece condiciones
climáticas y de fertilidad extraordinarias, para apostar a la producción
sustentable, sin que ello represente un sobre-costo excesivo, pues, una ventaja
comparativa con la que contamos, es la mano de obra barata y en cantidad (Somos
un país afortunado con el “dividendo demográfico” , fenómeno basado en el
predominio de población joven).
Los emprendedores jóvenes deberían
considerar los nichos de mercado ya existentes en Paraguay y apuntar su
creatividad hacia proyectos innovadores y de gran importancia social.
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