Las huellas ecológicas que produce una ciudad son muchas veces inmedibles, si sumamos los materiales, la energía, los residuos que ella procesa día a día. La calidad del aire, del agua y del suelo se ven avasalladas sin contemplación, creando las Islas de Calor en medio de las ciudades, todo eso alimentado por la combustión de los vehículos, los aires acondicionados, el cemento y sobre todo por no contar en la mayoría de las ciudades con una Política Verde, que tenga normativas de como paliar todo el daño al medio ambiente y a la comunidad en general.
Por causa de estos puntos es que estamos viviendo en la insustentabilidad, pues todavía es muy poco lo que se hace en materia ambiental, y sin embargo es mucho lo que se hace para continuar destruyendo al medio ambiente.
No hay duda que estamos inmersos en la Nueva Economía, en la Economía Verde, y por lo tanto existe un Marketing Verde, pero ese marketing muchas veces se ve disfrazado, tratando de aprovechar el desconocimiento real del consumidor sobre los temas ambientales, por eso es que tanto insistimos en la “evangelización verde”. Porque existen productos y/o servicios que con el objetivo de vender maquillan su información de como fue realizado intentando engañar al consumidor final. Esta manera de realizar el marketing, se le llama Greenwashing, y sería muy interesante que no solo tomemos conciencia, sino que también revisemos nuestros actos para no tener más conductas insustentables que alientan al consumo sin medida, y que además dan la posibilidad de destrucción del medio ambiente, es como engañar a nuestra conciencia y creer tener menos culpa, pero realmente no es así.
Cuando las empresas realizan estos actos sin importarle en los más mínimo la contaminación deben hacerse cargo del costo ambiental, pero para eso deben existir legislaciones pertinentes, y si estas existen se debe premiar y estimular a aquellas empresas que sí hacen algo positivo en el entorno ambiental.
Mientras no exista una Política Social Sustentable seguiremos navegando en la insustentabilidad, y es como se pierden los esfuerzos que algunas organizaciones llevan adelante contra viento y marea, pero actuando con conciencia.
Pero volviendo al primer tema, las ciudades, hasta el momento basan todo su movimiento en los combustibles fósiles. Progresan sin medida y rápidamente, y realmente no son ecológicamente sostenibles.
Lo que no podemos olvidar es el aumento de la tecnología, la que ayuda a que los servicios comiencen a ganar terreno a través de internet, esto conlleva la utilización de más aparatos electrónicos dentro del hogar, computadora, televisores, aire acondicionado, etc..
Todavía la utilización del papel se realiza en grandes cantidades, cuesta y mucho entrar en la era digital y evitar las impresiones sin sentido.
Sin duda existe muy claramente un conflicto entre el crecimiento económico y el medio ambiente, el cual puede ser solucionado, pero no simplemente con el desarrollo sostenible, se debe asignar valores monetarios a las externalidades negativas o positivas. Los indicadores bien pueden ser el consumo de agua, la emisión de carbono, la producción de residuos per capita, el gasto de energía en el transporte, etc..
Visvanathan decía en el año 1997 que “centrándose en los residuos, el urbanismo de hoy en día puede recuperar una visión agrícola del mundo”
Uno de los grandes indicadores de insustentabilidad urbana es la huella ecológica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario