Estamos viviendo una época en la cual varios elementos de la sociedad están en una lucha continua por mantenerse a la par de los rápidos y constantes cambios tecnológicos, es de observar que las economías digitales y materiales funcionan de muy diferente manera. Porque la mayoría de los productos materiales son bienes competitivos a diferencia de los bienes digitales. Y como ejemplo podemos citar que dos personas no pueden construir una casa en un mismo lugar, pero como los bienes digitales no son competitivos varias personas pueden utilizarlo al mismo tiempo.
La economía digital que vivimos actualmente está basada en la información, la cual sigue cinco principios generales, y estos son los siguientes:
La Renovación, pues se puede renovar los datos pero no extinguirlos.
La Universalidad, todos pueden tener acceso a la misma información simultáneamente y desde cualquier lugar.
El Magnetismo, ya que la información aumenta su valor cada vez que más personas o usuarios la absorben, creando un efecto red y atrayendo a más personas a querer conocerla y adquirirla.
La Falta de Fricción, la información se vuelve más valiosa cuanto menos dificultad tenga para fluir.
La Vulnerabilidad, la información puede ser destruida, arruinada o robada. Aquí entonces la información pasa a ser un bien físico.
La Ley de la Disrupción expresa la abismal diferencia entre la evolución de la tecnología y el de las organizaciones económicas, sociales y políticas. Los sistemas sociales cambian incrementalmente, la tecnología lo hace de forma exponencial, y esa brecha posibilita los cambios discontinuos y revolucionarios.
En la historia de la humanidad existieron varias tecnologías disruptivas, como por ejemplo el tren que cambia totalmente el transporte de mercancías en el siglo 19 en América del Norte, trayendo consigo cambios legales para adaptarse a esta nueva tecnología; otros también fueron en su momento el telégrafo, los antibióticos, los automóviles y la propia bomba atómica.
En la actualidad son las tecnologías digitales que crean una disrupción y por ende una revolución arrolladora, la cual vemos día a día en la utilización de aparatos móviles que han cambiado totalmente nuestro modo de vida. Ya muchos autores lo han citado y es válido recordarlo, que el mundo análogo no puede seguirle los pasos a la vida digital, trayendo consigo cambios de paradigmas profundos.
Es aquí donde comienzan los problemas judiciales, ya que no se está preparado plenamente para enfrentar los cambios de la era digital, un ejemplo muy notorio fue años atrás en las batallas legales entre la Corporación Apple de los Beatles y los computadores Apple. La primera batalla fue por el nombre; luego resolvieron dividir el campo de negocio, los Beatles podrían usar el nombre para vender música, mientras la empresa tecnológica para vender equipos informáticos y afines. Luego vinieron otras batallas judiciales sobre todo el tema de bajar música a través de Itunes.
Pero el avance tecnológico provoca esa revolución que hoy la vivimos diariamente, a pesar que una gran mayoría de la humanidad vive anclada en las instituciones, modos y ritmos que son propios de la era industrial. Se produce entonces la crisis en varios sectores económicos, porque no han sido capaces de desarrollar e implementar nuevos modelos acordes con la nueva era tecnológica.
Pero esta Ley de la Disrupción la podemos aplicar también a los temas medioambientales, puesto que la tecnología tiene mucho que ver con todo el entorno ecológico, y esta tecnología de hoy debemos aprovecharla en sus facetas buenas para no dañar más aún el medio ambiente y por sobre todas las cosas facilitar las tareas, y cuando nos referimos a tareas bien pueden ser laborales como también educativas.
La modalidad de enseñanza a distancia es sin duda una tarea que ayuda y mucho a preservar el medio ambiente, pues como sabemos no hay desplazamientos de estudiantes, ni de profesores hacia un lugar de estudio, se aprovecha al máximo la tecnología y las posibilidades de internet.
Vemos actualmente como universidades e institutos acceden al modo virtual de enseñanza, y eso también provoca una disrupción, pues hay que acomodar normas y leyes a la misma, pero también observamos que esta modalidad educativa va ganando adeptos día a día y proporciona una facilidad y practicidad al estudiante que antes no tenía y por ende le era muy difícil acceder a una carrera universitaria.
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