Cristóbal Cobo y John Moravec en su trabajo el “Aprendizaje
Invisible” definen 5 ejes, pero uno de ellos en particular habla que
actualmente el uso eficiente de la memoria y la retención de información pueden
reforzarse mediante todo tipo de dispositivos móviles.
Además agregan que dentro de las prácticas en la educación que
podrían muy bien volverse invisibles, está la despersonalización de los
procesos educativos con muchos estudiantes dentro de un aula; la utilización de
herramientas digitales pero combinadas con enseñanza centrada en el docente; la
acumulación de contenidos desconectados unos de otros.
El Aprendizaje Invisible propone realmente una revolución de
las ideas desde abajo hacia arriba, como por ejemplo el “hágalo usted mismo”, “contenidos
generados por el usuario”, “aprendizaje basado en problemas”, “aprendizaje permanente”.
Los modelos de memorización fragmentada se oponen al
pensamiento sintético y creativo que los ciudadanos necesitan trabajar en la
actualidad.
El Aprendizaje Invisible aborda la tecnología como una
herramienta pragmática, con un uso intencionado y cuyo objeto no es ni más ni
menos que mejorar la experiencia humana en sí. Pero también por otro lado
existen las competencias adquiridas en entornos informales que son invisibles,
pues en la medida en que se utiliza la tecnología en entornos que son
informales, que pueden ser el hogar, el café, o cualquier lugar de socialización,
es ahí que se abre la posibilidad de
convertir estos entornos en potenciales espacios de experimentación y
aprendizaje.
Y como el ecosistema actual de educación se ve en la
imperiosa necesidad de crear modelos de aprendizaje continuos, y que estos no
solamente promuevan la adquisición de contenidos, sino que deben estimular el
desarrollo de las competencias que realmente respondan a las demandas del mundo
actual, es que surge como una opción inteligente e importantísima para llevar
adelante el Aprendizaje Invisible la utilización de GENEXUS.
GENEXUS como herramienta tecnológica brinda entonces la posibilidad
a través del desarrollo de aplicaciones para dispositivos móviles con
transacciones online y offline, el también permitir interactuar a los
estudiantes y docentes de forma ágil y transparente, de poder crear contenidos
de aprendizaje permanente y sobre todo en entornos informales, apoyando esa revolución
de las ideas de abajo hacia arriba.
Actualmente ya es inseparable la tecnología de la educación,
ya sea dentro del aula o fuera de ella, conformando ese Aprendizaje Invisible.
El estudiante de hoy es un Nativo Digital y debemos aprovechar esa situación
que se nos presenta despertando a través de aplicaciones móviles el interés del
alumnado sin perder la enseñanza centrada en el docente, y como dijimos al
principio que el uso de la memoria y retención de la información sea eficiente.
GENEXUS bien puede acompañar ese Aprendizaje Invisible que se
nos presenta en esta segunda década del siglo XXI y aportar y mucho a las TAC (Tecnologías para el Aprendizaje y el
Conocimiento.)
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